jueves, 31 de diciembre de 2009

Contra-reloj

Si algún día el tiempo
se arrepiente de sí mismo,
nos sobrará todo
para poder
correr.

Sentires y teneres

Encender la radio, escuchar su emisora, la que escucha constantemente, e imaginar que está ahí, al otro lado, escuchando lo mismo que tú, las mismas carcajadas, riéndose de las mismas bromas, pensando en las mismas canciones. De repente, su canción favorita, ¿o simplemente imaginas que lo es? No, no, tiene que serlo, te lo dijo. ¿De verdad lo dijo? Sí, sí, seguro, ésa es su canción, no quieres imaginar, quieres creer, saber, no quieres ocuparte de lo que no es verdad, ni deshacer la magia. Separados por miles de kilómetros, la sientes cerca, mientras ella está cerca. Cerca de otro.

Así es la vida. Tú piensas y sientes; ella actúa y posee.

martes, 29 de diciembre de 2009

Día de perros

Pasar un día entero en la cama no es un sueño cumplido, no, y menos cuando una pila de palabras desconocidas espera ser aprendida, pero bueno, es lo que ha tocado hoy y lo hemos aceptado... Aunque parece que la cosa va mejorando, así que espero esta mañana del todo bien, y por dos motivos. El primero porque tendré que estudiar en algún momento. El segundo porque nochevieja está ahí ya, y para una vez que tenía planes, espero que no se jodan.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Hora de estudio II

Poco a poco va yéndose la gente, antes no había sitio en las mesas. Todas estaban completamente ocupadas, ahora ya quedan muchas vacías, muchos huecos están libres, llenos sólo con el vacío que han dejado en ellos los apuntes incomprendidos de quien hasta hace unos mintuos los removía y contemplaba sin llegar a entenderlos.

Una mesa, en el centro de la sala, está aún llena de libros, y apuntes, de bolígrafos vertidos y un estuche que parece escupirlos. Un bolso, de pie, vigila la mesa, redonda, con tres sillas a su alrededor, vigila una agenda cerrada, que no deja ver el próximo día marcado entre sus páginas con algún evento importante. Una carpeta de anillas deja al descubierto unos folios de la Universidad de Complutense, que se muestran orgullosos, no sé si por venir de donde vienen o si por llevar consigo el conocimiento de cientos de enfermedades. Las dos chicas que estaban en esa mesa vuelven, dejan el tabaco sobre la mesa y se ponen otra vez a estudiar, concentradas en sacar el máximo partido a la media hora que queda hasta que el bibliotecario empiece a mandarnos salir.

Se terminó la tarde, ahora toca tomarse unas cañas, han debido pensar los chicos que estaban a mi lado. Bueno, no sé si habrán pensado eso, pero se van. Yo sí que lo he pensado, y me voy.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Películas españolas

Hace algo así como una semana escuché declaraciones contra el cine español que se basaban en "siempre salen tetas y tías en bolas", "son historias siempre tristes" y "siempre hablan de la Guerra Civil, nada más". Pues bien, cuando salen tetas en las películas españolas es porque los españoles -y también las españolas- estamos acostumbrados a verlas, ya sea en playas, en fiestas o en noches de hoteles, alcohol y sábanas mojadas. Si nos cuentan historias tristes es porque tienen una mayor conciencia de lo que es la vida de la que pueden tener las películas americanas de siempre, porque las españolas suelen ser poco imaginativas, se basan, normalmente, en vidas reales, con pocos efectos surrealistas y especiales. Y si hablan de la Guerra Civil es porque hay cosas que no se pueden olvidar o que, en el peor de los casos, la mayoría de la gente no conoce, como lo que os dejo aquí. No es mucho, pero más y mejor que no saber nada, es.

Ciberidioteces

Cada uno habla como le da la gana, y en este mundo de la informática más, pero llega un punto en el que decir emailear suena raro, no sé a vosotros. Si también os resulta raro, os invito a leer este artículo, que no tiene desperdicio y que deja bastante en evidencia el superávit de anglicismos en nuestra lengua, y, sobre todo, en las zonas hispanohablntes de América.

jueves, 24 de diciembre de 2009

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Filos

Logos: conocimiento, verdad, razón, palabra. Una sola palabra para decir tantas otras “realidades”.

Sofós, una sola palabra para abarcarlo todo. También al logos.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Maria Soliño / María Soliña

Todos los días se descubren cosas, y como hicieran los Grimm interesándose por la tradición oral -puro romanticismo-, hoy me toca a mí dar a conocer desde aquí una canción, pero no una canción cualquiera, una que representa un poco de historia, un poco de leyenda, un poco de vida y un poco de amor. Y sobre todo porque es representativa de una cultura, la gallega, que cada día me gusta más. Una pena no hablar gallego, o portugués.

Os explico cómo la he conocido: Hoy, en clase de alemán, hemos hablado un poco de este tema de las leyendas, y resulta que esta señora de la que habla la canción, María Soliño, es, al menos por apellido, ascendiente de mi proferora de Lengua Alemana y nos ha hablado de ella. Dejo dos versiones, que no sé por cuál decidirme:





Letra de Carlos Núñez

Sólo una cosa más, su apellido real era Soliño, pero por causas de rima, se cambia la -o por -a, que, según tengo entendido no están tan lejos, en algunos casos, en el gallego.

martes, 15 de diciembre de 2009

Alberti más allá del Duero

Releyendo a Alberti, y buscando un poco, aunque casi por casualidad, me he encontrado con esto:


POEMA EN EXTREMADURA

Paz a España, paz segura.
Canten abiertos los campos
dichosos de Extremadura.

Lean los niños, las flores,
y entre las negras encinas,
todos los trabajadores.

¡Lejos tanta noche oscura!
¡Para siempre en primavera
la tierra de Extremadura!

Yo os traigo en este pregón,
el libro, fuente de gracia,
que ilumina el corazón.

Agua tranquila, agua pura,
agua que riegue la sangre
del alma de Extremadura.

Libros de amor, luz, ensueño.
Alta vida y viento en calma
en todo el pueblo extremeño.

Rafael Alberti


Seguro que alguno de los que pasáis por aquí recordáis aquél "Los niños de Extremadura", y quizá alguno recuerde momentos con ese poema.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Tan vecinos y tan separados

Dicen, muchos, que los que esperamos pasarnos la vida entre diccionarios y gramáticas sólo aspiramos a eso, a vivir rodeados de palabras, que no pueden criticar lo que pensamos, que nadie nos aguanta y que por eso hemos decidido tomar esta vida, que lo de vivir en el mundo no sabemos de qué va, que hay muchas más cosas además de cachos de papel y literatura de esa aburrida. Sí, es verdad que hay mucho más, pero su parte y la nuestra rara vez son compatibles, sus discotecas y nuestros bares se parecen en poco; sus grandes hermanos y nuestros libros se diferencian en algo más que en su lenguaje; su "música" no puede no puede ni oler el sudor de la música.

Los pocos que pasáis por aquí lo sabéis,ya, pero tenía que decirlo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sin horas

Salir a la calle y correr hacia el bus no tiene sentido si no es la hora exacta, si no es el momento en que tú también vas a coger el urbano. Ya no hay horas exactas.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cada palabra sabe algo sobre el círculo vicioso

Voy a dejar algo bastante largo -siete páginas y un poco a ordenador-, pero creo que merece la pena hacerle un huequecillo por aquí. Es un discurso de Herta Müller previo a la entrega del Nobel de Literatura. Dejo el enlace a la página de El País en la que aparece el discurso -abajo a la izquierda- y a la página del Frankfurter Allgemeine Zeitung, por si alguien prefiere leerlo en la versión original, en alemán.

domingo, 6 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Autovías de hoy

Reformular la imagen de tus ojos en la mente es peligro de muerte: pasar por el infierno de camino a un descompasado cielo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Hora de estudio

Las teclas de los cinco ordenadores que hay en la sala, las páginas de libros que se pasan y de apuntes que se aburren entre las manos de quienes los hojean y decoran, los leves murmullos de los que han venido en pareja, o en grupo para hacer cualquier cosa, el ventilador de un ordenador de sobremesa, el aire, silencioso, vacío, acogedor y valiente, con buena temperatura a pesar del frío que hace en la calle.

A mi lado se sienta un chico, coge su periódico, lo abre y empieza a leer. Parece interesado: ¿votaría ayer en las elecciones a rector? Si votó, ¿llevaría el sobre que depositó en la urna el nombre del candidato ganador?

Una chica aparece por la puerta, como tímida, y se suenta en una de las primeras mesas que hay. Bebe de su botella de agua mirando hacia donde estoy. Se da cuenta de que la estoy mirando y baja la cabeza, como intimidada, se le nota en la mirada que no quiere llamar la atención, pero la mía ya la ha llamado, y no porque sea una de estas chicas resplandecientes que parecen que van envueltas en un halo de perfección, sino por su simpleza. Vuelve a mirar hacia aquí, se sonríe, con una de esas muecas que soltamos cuando nos damos cuenta de que nos van a hacer una foto y no lo esperábamos. Agacho la cabeza y me sonrío, esbozo una sonrisa y levanto otra vez la cabeza. Ahora ella suelta de vez en cuando alguna miradilla furtiva, entre asustada e intrigada. Me ha caído bien.

En la misma mesa en la que estoy sentado hay una chica morena, de ojos rabiosos de fiesta, negros, como los gatos, con una nariz pequeña y avispada, unos labios pálidos pero vivos, alegres, ni muy carnosos ni muy esqueléticos, si es que los labios pueden ser esqueléticos. Levanta la mirada y sonríe, guiña un ojo, mira hacia mí y se vuelve seria, como avergonzada. -El chico del periódico ha emepzado a darle pataditas con la rodilla a la mesa, no es una sensación muy agradable escribir con el ordenador moviéndose...- Miro hacia atrás y veo al chico al que esta morena de ojos brillantes ha sonreído. Se levanta, pasa junto a ella y le deja un trozo de papel, como cuando somos críos. Ella lo abre y se sonríe con un gesto que conquistaría a cualquiera. Se gira para mirarlo y ve cómo desaparece por la puerta, se vuelve a sus cosas, las contempla como preocupada, las mete en la mochila sin orden ni concierto y se va hacia la puerta, su salida a la libertad del momento.