De viajes, infancias y recuerdos
De alguna menera inconciente mi vida ha estado siempre unida a los viajes, aunque nunca haya viajado tanto como, ahora lo sé, me hubiera gustado. Pero eso no ha impedido que los viajes sigan surtiendo en mí una sensación de libertad y de encuentro con uno mismo que a día de hoy sigo sin saber expresar con palabras y que ni siquiera entiendo, sólo intuyo. Mi familia ha sido siempre una famiiia normal, obrera, con sus problemas por allí y sus alegrías por allá, sin lujos, lo necesario para vivir y poder disfrutar el día a día, a veces incluso soportarlo, y nunca ha sido dada a realizar grandes viajes ni vacaciones, si acaso alguna excursión a algún lugar cercano. Luego llega siempre el arrepentimiento: no conocemos nada, nunca vamos, podríamos haber hecho, visto, tomado, oído, olido, tocado... Sentido, en definitiva, que eso es viajar. Pero poco tengo, aun así, que reprocharles, porque de alguna manera, sosp...