martes, 15 de octubre de 2019

La página en blanco

Cada noche al volver de la Facultad pienso en llegar a casa y sentarme a escribir algo sobre cómo las calles de Sevilla ahora parecen algo más cercanas que otras veces, que ahora son, de algún modo, un poco mías. Pienso que voy a llegar y por fin me voy a enfrentar a la página en blanco sin miedo, superado tras algunas pocas líneas, tal vez párrafos de escritura a lo largo del día. Pienso, y me lo creo, que con Leonard Cohen de fondo, como tantas otras veces, seré capaz de escribir algo para contar lo que siento - ¿sé acaso lo que siento?- al recorrer de noche las calles que se van vaciando de turistas. Pero cada noche, al llegar a casa, vuelvo a quedarme en silencio. Vuelvo a ver la página en blanco y no sé qué contar. No sé cómo ni por dónde empezar. Aún siento que Sevilla no me inspira. ¿O no será Sevilla?