La página en blanco

Cada noche al volver de la Facultad pienso en llegar a casa y sentarme a escribir algo sobre cómo las calles de Sevilla ahora parecen algo más cercanas que otras veces, que ahora son, de algún modo, un poco mías. Pienso que voy a llegar y por fin me voy a enfrentar a la página en blanco sin miedo, superado tras algunas pocas líneas, tal vez párrafos de escritura a lo largo del día. Pienso, y me lo creo, que con Leonard Cohen de fondo, como tantas otras veces, seré capaz de escribir algo para contar lo que siento - ¿sé acaso lo que siento?- al recorrer de noche las calles que se van vaciando de turistas. Pero cada noche, al llegar a casa, vuelvo a quedarme en silencio. Vuelvo a ver la página en blanco y no sé qué contar. No sé cómo ni por dónde empezar. Aún siento que Sevilla no me inspira. ¿O no será Sevilla?

Comentarios

Entradas populares de este blog

De nuevo los Balcanes (III): llegar a Mostar

De nuevo los Balcanes (IV): un día en Mostar

De nuevo los Balcanes (II): un nuevo Dubrovnik