"Nunca se debe mirar a una persona que duerme, es como si abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros".
Sacha Guitry (Dramaturgo francés)
martes, 30 de noviembre de 2010
lunes, 15 de noviembre de 2010
Postales belgas
Uno, a veces, se lleva sorpresas que ni siquiera imagina, no ya por imposibles, sino por impensables. Ese ha sido el caso de hoy. Hace poco advertí por aquí me encantaban las postales, que me hacía ilusión ver la letra de alguien escrita en un pedazo de cartón que ha viajado por un trozo de mundo metida entre otras tantas cartas y papeles, entre sobres que contienen facturas, órdenes de desahucio o cartas de algunos pocos románticos encargados de no hacer desfallecer el correo ordinario y personal.
Hoy, hace unos minutos, cuando he abierto la puerta del portal, he visto sobre el buzón de la comunidad, una postal con un sello de color rojo intenso, como los labios que le imagino, por las últimas fotos que he visto, a la remitente; con una imagen de Bélgica, de Brujas, de ese país aún por conocer -aunque mi doble viajero sí que haya estado por allí-. Y esto sí que no lo esperaba.
Lo mejor es que aún no sé cómo ha conseguido la dirección, por mucho que le faltara el 2ºA.
A veces, la gente te sorprende incluso para bien, incluso la que conoces poco. Gracias.
María, nos vemos en alguna estación de Salamanca.
PD: Por cierto, claro que mi blog dice la verdad.
Hoy, hace unos minutos, cuando he abierto la puerta del portal, he visto sobre el buzón de la comunidad, una postal con un sello de color rojo intenso, como los labios que le imagino, por las últimas fotos que he visto, a la remitente; con una imagen de Bélgica, de Brujas, de ese país aún por conocer -aunque mi doble viajero sí que haya estado por allí-. Y esto sí que no lo esperaba.
Lo mejor es que aún no sé cómo ha conseguido la dirección, por mucho que le faltara el 2ºA.
A veces, la gente te sorprende incluso para bien, incluso la que conoces poco. Gracias.
María, nos vemos en alguna estación de Salamanca.
PD: Por cierto, claro que mi blog dice la verdad.
De casa en patria
En Alemania es otoño. Uno de esos otoños en los que las hojas caen de los árboles, de verdad, de los que todo lo que rodea los árboles son hojas y más hojas, y no es el verde el color que lo domina todo. Alemania nos presenta la variedad del otoño, de la vida que se resucita, la que se va para volver a nacer poco después. El otoño es la magia de la vida circular y tranquila. Alemania es el cambio de prioridades.
Cada vez que vuelvo de allí, me siento más lejos de la tierra a la que llego. ¿Será acaso que tampoco es Salamanca mi casa? En Alemania uno se siente unido a la ciudad, al horario, a la vida, y se pregunta si podrá, en un futuro algo próximo, caminar por aquellas calles camino al día a día.
Volver a Alemania es viajar Extremadura; salir de Extremadura para ir Alemania es como salir de casa.
Cada vez que vuelvo de allí, me siento más lejos de la tierra a la que llego. ¿Será acaso que tampoco es Salamanca mi casa? En Alemania uno se siente unido a la ciudad, al horario, a la vida, y se pregunta si podrá, en un futuro algo próximo, caminar por aquellas calles camino al día a día.
Volver a Alemania es viajar Extremadura; salir de Extremadura para ir Alemania es como salir de casa.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Entrada número cien
Esta es la entrada número cien de este blog, el más longevo de los que he comenzado, y quería escribir algo sobre mi reciente paso por Alemania, pero quería que tuviera algo de especial relacionado con el número de la entrada, así que he decidido dejar una extraña mezcla de las dos cosas:
,,Viele Jahre später sollte der Oberts Aureliano Buendía sich vor dem Erschießungskommando an jenen fernen Nachmittag erinnern, an dem sein Vater ihm mitnahm, um das Eis kennenzulernen''
Gabriel García Márquez, de ,,Hundert Jahre Einsamkeit''
Porque me hizo ilusión encontrar el libro en alemán.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Cambios mensuales
El mes no se presenta, para nada, parecido a lo que sería un mes normal. No. Es el día uno de un mes que voy a pasar, si todo sale bien, más fuera que dentro, de España, más p'ahí que p'aquí. Noviembre será, espero, un mes para recordar. Habrá que coger trenes, aviones, dormir en lugares desconocidos y variados, pero hay una cosa que, muy extrañamente, no faltará: el agua. Yo, de secano, de tierras sin agua, navegarédesde el Tormes hasta el Rin, y luego desde el Tormes al Mediterráneo y desde allí hasta el Mar del Norte y el río Göta.
Curiosamente uno nunca ha sentido la necesidad de ver agua para sentirse libre.
Curiosamente uno nunca ha sentido la necesidad de ver agua para sentirse libre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)