lunes, 15 de noviembre de 2010

De casa en patria

En Alemania es otoño. Uno de esos otoños en los que las hojas caen de los árboles, de verdad, de los que todo lo que rodea los árboles son hojas y más hojas, y no es el verde el color que lo domina todo. Alemania nos presenta la variedad del otoño, de la vida que se resucita, la que se va para volver a nacer poco después. El otoño es la magia de la vida circular y tranquila. Alemania es el cambio de prioridades.

Cada vez que vuelvo de allí, me siento más lejos de la tierra a la que llego. ¿Será acaso que tampoco es Salamanca mi casa? En Alemania uno se siente unido a la ciudad, al horario, a la vida, y se pregunta si podrá, en un futuro algo próximo, caminar por aquellas calles camino al día a día.

Volver a Alemania es viajar Extremadura; salir de Extremadura para ir Alemania es como salir de casa.

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