Cuarentena XIX: Nuevos planes y fin
Leía esta mañana el poema de Izet Sarajlić que lleva por título "Cambio de dirección" y pienso que sí, que hay cambios de dirección menos afortunados que otros, aunque también son más certeros y, seguramente, permanentes. Veintiocho direcciones dice Sarajlić en el poema que ha tenido Alfonso Gatto. Yo cuento las mías, sólo en las que alguna vez he recibido algún envío de alguien: trece. No sé si es mucho o es poco, sólo sé que se me hace extraño imaginar dejar de cambiar. Y, sin embargo, de alguna manera empiezo a sentir que es necesario. No será ahora tampoco. A veces un único gesto, una única palabra, pueden cambiar el rumbo de la vida. Otras veces es una única cerveza, una única copa que tomas de más y te obliga a dormir la resaca, llegar tarde y encontrarte con alguien que cambia tu vida. A veces es simplemente un libro, asistes a su presentación y conoces al autor, o a alguien entre el público que te propone a saber qué proyecto artístico o vital. A veces incluso l...