martes, 24 de enero de 2012

Negación no autoritaria

Me niego a reconocer la autoridad, y las respuestas, de quien, a una pregunta, sólo contesta porque sí o porque no hay otra.

Me niego a la autoridad académica, como si fuera la única, como si la ética no estuviera por encima de los libros que hablan de ella, contra ella. Como si el tiempo no pusiera cada cosa en su sitio, tal vez incorrecto. Seguramente incorrecto. Me niego, no la acepto como superior, no como única, no como verdad universal, occidental, blanca, masculina, heterosexual y académica.

Me niego a renunciar a que la autoridad está en declive, a que su futuro no es más que la dialéctica entre el tú y el yo, entre quien la ejerce y en quien, antes, se ejercía. Me niego a la verdad en la que caben las dudas, en la que una sola pregunta pueda quedarse en porque sí, porque no hay otra.


lunes, 23 de enero de 2012

Leer no es cosa de niños

En el colegio le enseñan a uno a leer, a unir letras para formar sonidos que forman palabras que constituyen el lenguaje. Más adelante esos conocimientos se van poniendo a prueba, las lecturas se van haciendo de más letras y de menos dibujos, de más contenido y lenguaje.

En el instituto, se supone, cada uno es capaz de leer, o sea, pasar del papel a la lengua, y de entender, que está explícito en el primer infinitivo aunque a veces no lo parezca.

En casa uno perfecciona su técnica -su velocidad, su entonación cuando lee en voz alta, si ritmo-, en la comodidad del silencio del hogar, en la de la ropa práctica.

En la Universidad todos somos perfectos leedores, todos entendemos y tenemos una técnica propia definida, al menos por el momento. Aquí estamos todos seguros de que leer es un proceso natural, ya no parece aquella difícil cuestión de unir letras para participar del lenguaje que fue en su día. Pero, aquí también, llega un día en el que lo que lees no es sólo lo que lees, sino que detrás de todo eso hay mucho más, un inabarcable infinito de precisiones que nadie sabrá nunca ver completamente; ni quien lo escribió es consciente de su contenido pleno.

Descubrir que leer es algo que sólo se aprende con el tiempo y las lecturas es darse cuenta de que el mundo nunca va a dejarnos comprenderlo, mucho menos dominarlo. Nunca se termina de aprender a leer, porque nunca se lee todo lo que está escrito.

He descubierto que no sé leer.

sábado, 14 de enero de 2012

Coincidencia (?)

Ayer estuve viendo en la2 el documental "La doctrina del Shock", recomendable para todo aquella persona que no lo haya visto y le interese algo, sólo un poquito, la invasión económica occidental. Y hoy, a contrarreloj, como casi siempre, he empezado con el libro de Edward W. Said Orientalismo. Pues bien, si ayer hablaban de economía tras el 11-S y las implicaciones mundiales que eso conlleva, en el "Prólogo a la nueva edición española", justo al final, Said comenta:
Por encima de todo me parece que la simbiosis entre España y el islam nos proporciona un maravilloso modelo alternativo al crudo reduccionismo de lo que se ha dado en llamar el "choque de civilizaciones", una simplificación de la realidad originada en el mundo universitario norteamericano que sirve a los propósitos de dominación de Estados Unidos como superpotencia tras el 11 de septiembre, pero que no transmite la verdad de cómo las civilizaciones y culturas se solapan, confluyen y se nutren unas con otras.
Edward E. Said
En dos días, dos visiones diferentes de la dominación, cultural y económica, a la que nos quiere someter, o nos somete, Estados Unidos. Vale.