La carrera y la bolsa
Yo estaba sentado en un banco cuando lo vi aparecer corriendo y esquivando a la gente, no sé qué narices haría aquél loco. Bajó a toda prisa del autobús y miró el reloj del móvil, que avanzaba más rápido de lo que él querría. Sujetó bien fuerte la bolsa que llevaba entre las manos y echó a correr en dirección a la estación, atropellando a la gente a su paso, que lo miraban hechos una furia, gritándole de todo. Tropezó en el primer escalón de la entrada y tuvo que apoyarse en una columna para mantenerse en pie. Cuando alcanzó el centro de la estación y encontró los carteles de información, buscó rápidamente el tren: salía en cuatro minutos desde el andén número cinco. Volvió a la carrera y bajó, rápidamente y saltando, los escalones del pasaje subterráneo que da acceso a los andenes; al saltar del último escalón dio de golpe contra una de las maletas de una vieja que lo miró con desprecio y le habló, seguramente le insultó, en una lengua ininteligible.Continuó su carrera hacia el andén ...