Sobre viajes, trenes y Extremadura
Suelo dejar estos temas de lado en el blog, y en realidad no sé por qué, pero hoy estoy tan cansado, tan asqueado, tan hasta las narices de que se rían de nosotros en nuestra propia cara, que he decidido escribir al respecto. Llegué ayer de Alemania, un país en el que los trenes no funcionan con la eficacia esperada o deseada en muchas ocasiones, pero es comprensible, no nos vamos a engañar, porque hay una cantidad de tráfico ferroviario increíble, enorme, en unas zonas más que en otras, claro, y a un precio bastante elevado, pero se paga, porque hay ofertas, porque hay descuentos -para grupos, para días enteros en regiones enteras, los estudiantes no pagan el transporte público en las zonas en las que se encuentran sus universidades, etc.-. Eso en España no pasa. Además, ahora hay una competitividad importante por parte de las compañías de autobuses, que se han lanzado a un mercado hasta ahora inexplorado en el país del chucrut. Pero lo que más (me) impresiona/llama la atención d...