Un poema de Ángel González (y su encuentro)
Desobedeciendo al tiempo y a las prisas, no he agarrado Padres e hijos para leerlo, sino para meterlo y sacarlo de la mochila una y otra vez a lo largo del día. Lo que sí he cogido para leer es Palabra sobre palabra , y eso ya lo he hecho una y cientos de veces, pero como lo leo sin prisa y sin agobios, y lo leo según lo abro, porque siempre me parece que nunca voy a llegar al final leyendo metódicamente, lo he abierto esta vez por un poema que me ha parecido maravilloso, así, sin más, un descubrimiento que realmente no lo es, porque, creo, ya pensaba lo que dice el texto, pero claro, de pensarlo inconscientemente, como se piensa todo en mi materia gris, es decir, sin saberlo y sin darme cuenta de que no lo sé, y sólo gracias al texto uno lo descubre y no puede criticarlo porque lo comparte, a escribirlo, como sí lo hace la materia gris del gran poeta ovetense, no es que haya un gran paso, no, es que hay toda una galaxia de pasos no encontrados. También un nombre puede modificar u...