domingo, 25 de abril de 2010

Desde aquí hasta cualquier otra parte.

El canto a la vida en comunidad nunca se me ha dado excesivamente bien. Tampoco a la vida en solitario. La combinación perfecta está siempre por llegar. El tiempo no deja espacio para nada, y si lo deja, lo necesario empieza a caer encima como si te hubieras aposentado bajo el Salto del Ángel. Pero no es menos la fuerza con la que nos agua la fiesta el grupo de cosas banales que encontramos a nuestro alrededor.

El problema llega cuando lo banal y lo necesario se entremzclan, sacando a relucir una suerte de hiedra forjada en autoconfianza, miedo y autocrítica escasa.

Las fronteras, otra vez, vuelven a evadir su responsabilidad, por suerte, y para desgracia de quienes tememos una verdad peripatética.

1 comentario:

  1. Ante la ausencia del justo medio de la realidad siempre entremezclada,haz malabares,encuentra tu equilibrio.
    ¿El tiempo?Limitado,por supuesto,y más veloz de lo que somos capaces a comprender,pero forma parte de esos malabares que tienes que hacer con tu vida.Repártelo bien según la importancia de cada cosa en tu vida,para que puedas realizarlo todo;)

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