No me gusta madrugar, las discotecas, la suciedad en las calles. No me gusta la indiferencia, esperar, perder. No me gusta lo políticamente correcto, los secretos, la falta de humor, la intolerancia. No me gusta que me miren fijamente si no lo sé o no lo entiendo. No me gusta no entender las cosas, no encontrar una salida. No me gusta visitar monumentos sin parar en un bar, hacer turismo sin conocer nada más. No me gustan las valoraciones arbitrarias, los halagos inmerecidos, las críticas injustificadas. No me gusta que me den la razón como a los tontos. No me gusta dejar algo a medias, la violencia, las uñas sin uñas. No me gustan las mentiras, las piadosas sólo a medias, ni evitar la realidad. No me gusta la muerte (me declaro completamente en contra). No me gusta que me dejen una historia a medias o que me den sólo una parte de la información. No me gustan las noches en las que no puedo dormir y mucho menos las distancias que se recorren por necesidad.
Me gustan una sopa caliente en invierno y los relojes, mirar y escuchar la lluvia desde casa, su olor, como el de los libros; y leer mientras llueve, leer en general. Me gustan la literatura y sus recovecos. Me gusta saber aprovechar el día, aprender, enseñar. Me gusta cumplir lo que prometo, transmitir confianza. Me gustan el mar y el cielo, sus nubes. Viajar, ir y volver, siempre a un lugar distinto. Conducir. Me gustan los trenes, las estaciones, las historias de aeropuertos. Me gusta caminar descalzo, la desnudez, la verdad, aunque duela. Me gustan las mujeres de labios rojos, con las uñas de rojo, las que llevan tacones (qué malos son los iconos sexuales, a veces: una femme fatale que no lo sea). Me gustan si no son tontas, si se puede hablar con ellas. Si saben besar, más. Me gustan el chocolate y las sonrisas, algunas en especial, las de quien sonríe, por ejemplo, cuando recibe un bombón. Me gustan los cambios, las sorpresas, improvisar. Me gusta quien se sabe diferente y no se amedranta, quien vive, quien canta sin importar lo demás, quien hace lo que realmente quiere. Me gusta sabernos diferentes y que no parezca imposible.
Y a mí me encanta tu entrada!
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