Hoy se llueve a sí mismo. El día se lava la cara y desaparece entre sus nubes. El agua avisa: El otoño no piensa volverse atrás. Menos mal.
Delante de mi casa, plantado por mi madre, hay un olivo que resiste los golpes del viento como puede. Aún joven su tronco no es más ancho que mi pierna, aunque bastante más frondoso de lo que cabría esperar de un olivo con un solo lustro de vida. Las aceitunas que colgaban de sus ramas, ahora ruedan por el suelo a merced del aire, que se entretiene jugando con ellas, con las verdes, incluso con algunas pocas negras que han madurado demasiado pronto.
Hoy llueve sobre nuestras cabezas. Nuestras cabezas han vuelto a dejar de importar. Vuelve a llover con fuerza. Sopla el viento como pocas veces lo hace por aquí.
Parece que a todos nos da por llover últimamente eh?
ResponderEliminarPreciosa imagen se ve entre tus letras =)
ResponderEliminarUn saludo^^
Echo en falta los olivos de Extremadura
ResponderEliminar¡Felicidades! (Con retraso). Me confundió tu cambio de cumple en Tuenti. Supongo que al final sí que era el 8...
ResponderEliminar¿¿Te diste cuenta que esta semana nos vamos a perder todo Teatro?? Este puente me cae mal. jaja