domingo, 3 de julio de 2011

Primeras sensaciones en la vuelta a Alemania

Llegué a Alemania hace tres días. El tiempo en Heidelberg es más bien fresco, y mi ropa para el frío es más bien escasa en estos momentos, espero que el no empeore la cosa.

Es tarde ya, son más de las once y todo el mundo duerme en la casa de Handschuhsheim, en Heidelberg. Todos excepto yo. Aún no he conseguido acostumbrarme al horario alemán, ni al de comidas ni al de trabajo, pero espero no tardar demasiado, porque pasarse todo el día cansado es horrible.

Me esperan dos meses largos, supongo, de lecturas y de escritura, y ya he empezado también a buscar trabajo, pero no sé cómo se dará la cosa, porque de los primeros sitios a los que he ido he salido igual que entraba.

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