jueves, 3 de noviembre de 2011

Insomnios de noviembre.

Noviembre es ese mes de las despedidas en las esquinas mojadas, de los saludos en los portales, medio iluminados por dentro, a quienes pasan por la calle o a los que cierran el paraguas a la entrada de casa. Noviembre es el mes del té en las noches de insomnio, del frío en los cristales, del calor junto a la calefacción, de los braseros en casa, en aquella casa de siempre. Noviembre es, por tener que serlo, el mes de las lecturas imposibles, también el de las posibles, y el de los versos a escondidas, y el de los besos en todos los cuartos. Este noviembre es todos esos, y, además, éste.

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