viernes, 19 de marzo de 2010

Hoy quiero...

No es fácil escoger entre un abanico enorme de posibilidades de cualquier tipo, no es fácil decidir si lo que quieres es jugar al fútbol, al balonmano, al baloncesto, al tenis, al voleibol o tocar el piano, o el violín, o la guitarra, o el clarinete. No es fácil nada de esto porque no estamos hechos para tomar decisiones que puedan afectar de una u otra manera a nuestro futuro, sólo a nuestro presente. Hoy quiero jugar al rugby, pero mañana no sé qué querré. He descubierto un nuevo instrumento, se llama fagot, hoy quiero tocarlo, pero tres días después ya el fagot no nos gusta, y lo que queremos es unos patines para jugar el hockey. Cuando somos niños, sólo pensamos en el presente, en una satisfacción inmediata, nos importa una mierda la semana que viene, incluso nos importa una mierda si no sabemos las normas, queremos hacer algo y lo hacemos.

Cuando crecemos, a veces, tomamos decisiones con la misma agilidad. Eliges empezar a estudiar un idioma sin saber nada sobre él, sin tener ni idea de su pronunciación o, incluso, de dónde se habla. Empiezas por cosas de la vida, por momentos de búsqueda de inflexión, a ir a una clase en la que la mitad de la gente tiene motivos para hacer lo que hace, tiene motivos para llevar a cabo la misma acción que tú haces por una especie de autoapuesta, pero, al fin y al cabo, tú sigues haciendo algo, sigues ahí, y cada día que pasa estás más convencido, sea por lo que sea, o menos, también sea por lo que fuere.

Nunca viene mal un cambio, innovar un poco, decidirse por algo a la ligera, probar. Nuestra vida no depende de cada una de nuestras decisiones. Hay elecciones importantes, muy importantes, simples decisiones o decisiones prueba. Recomiendo probar, a todos.

Hay cosas que no se pueden elegir y que, ésas sí, hay que tomarlas como son, y eso sí es buena o mala suerte. La vida depende en parte de la suerte y de la fatalidad, pero también en parte de nosotros mismos y nuestra causalidad activa.

Seamos vitales, mantengamos al menos una parte de nuestro niño despreocupado e innovador.

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