Hoy es jornada de reflexión, lo que supone que la campaña electoral ha terminado y hoy cada ciudadano, en su casita, decidirá, leyendo la prensa, los programas electorales y sumido en una profunda soledad reflexiva, quién quiere que sea el señor o señora, el partido o partida -de póker, por ejemplo, o una partida de armas y droga, que con nuestros gobernantes nunca se sabe- que va gobernar su municipio y/o su comunidad autónoma durante los próximos cuatro años.
Yo ya he votado, como nos corresponde a los españoles que estamos lejos de casa -aunque, claro, casa no tenemos ya allí porque ya no podemos votar en las elecciones municipales algunos de nosotros. Eso en el caso de que podamos votar, pero bueno-. Como decía, yo ya he votado, así que mi jornada de reflexión es inexistente, pero me gustaría dejar por aquí algo que creo importante: La gente es gilipollas estúpida. Y cuando digo la gente no quiero decir "toda la gente", sólo hablo de "una gran cantidad de personas". Y con "gran" sí quiero decir "gran". Al menos en el país que tenemos, la gente va a votar como quien no quiere la cosa -si va-, como si del voto no dependiera la mayoría de las decisiones que se van a tomar en el pueblo, en la comunidad autónoma. La gente vota por simpatía, por novedad, por despecho o por visceralidad. Y la gente sigue usando el voto útil, cuando lo único útil del voto útil es su nombre, al menos para los ciudadanos.
Hace cuatro años voté a un partido que no me decepcionó, a pesar de sus cuitas internas en el tiempo que ha seguido a aquellas elecciones. Hace cuatro años voté a IU-Extremadura-Los Verdes. Y hace cuatro años comenzó el conflicto. Ya hablé de ello aquí, y ya me posicioné a favor de lo que habían hecho desde la organización regional: Abstenerse en el proceso de de investidura, lo que supondría la subida al poder por primera vez de un presidente del Partido Popular. Hace cuatro años defendí aquella postura, porque me pareció una lección de dignidad y de democracia, algo tan de moda últimamente, pero que por entonces sólo se dejaba entrever. Hace cuatro años IU-Extremadura-Los Verdes decidió acudir a sus bases, ir pueblo por pueblo preguntando qué hacer en la investidura: abstención, negación, aprobación. Y las bases lo decidieron. Es bien cierto que se puso sobre la mesa de José Antonio Monago una serie de cuestiones, que se habrán conseguido o no, o en mayor o menor medida, cuestiones como la renta básica, a pesar del "decretazo", o como la refinería de Tierra de Barros. IU-Extremadura-Los Verdes se abstuvo, lo que permitió al PP gobernar, pero una abstención no es un apoyo en ningún caso, como se cansan de decir los medios en contra de lo que creemos la mayoría. Quizá aquello fue un suicidio político, pero fue una lección de democracia. Y es ahora cuando vuelvo a lo de que la gente de este país es estúpida, pues pide democracia y, cuando la democracia se expresa, aunque sea dentro de un partido, con las bases incluidas, lo llaman al orden, le niegan la capacidad de decisión y lo critican por haber tomado una mala(?) decisión. De todos modos, la culpa de que IU-Extremadura se abstuviera en su día la tiene quien votó en menor grado al PSOE que al PP y, por supuesto, el PSOE, que, entre otras cosas, ni siquiera estuvo nunca dispuesto a quitar de su programa uno de los requerimientos básicos de IU: la refinería. Pueden acusar a IU-Extremadura de lo que sea, pero yo me sé de un gobierno que, tras escuchar sentencias de Medio Ambiente desfavorables para la construcción de una refenería, seguiría intentando construirla, porque era una "decisión política". Política, democracia y principios llevaron posiblemente a que IU-Extremadura no consiga representación autonómica en estas elecciones. Que lo vea quien quiera verlo.
Y yo ya he votado. Y bien es cierto que esta vez me lo he pensado un poco más que la última vez, pero he sido fiel al partido que ha representado desde siempre las ideas que ahora otros se enorgullecen de haber sacado de su recién estrenada chistera. Y para votar, algo que iba a hacer por correos -papeleta de voto dentro del sobre, el sobre con un certificado de inscripción en el registro consular dentro de otro sobre junto con una fotocopia del DNI, dentro todo esto de otro sobre con otro certificado de inscripción en el registro consular-, todo esto recibido por correo postal después de ciertos trámites burocráticos que llevan en marcha desde, exactamente, el 22 de diciembre, al final tuve que ir el miércoles a Hamburgo -23 euros ida y vuelta, como el 22 de diciembre, cuando fui a inscribirme-, porque correos en Alemania está de huelga y no quería arriesgarme a que el voto no llegara, al menos, al consulado. Si llega a Badajoz ya nunca lo sabremos. Lo peor de todo es que, de los españoles que conozco, soy, al menos que yo sepa, el único que va a poder votar, y conozco a más españoles que alemanes.
Pero en fin, que todo esto no es más que una digresión mientras hago un descanso de corregir exámenes en un país que te recibe -mejor o peor, no se nos llene la boca tampoco- cuando del tuyo te echan y ni siquiera tienen la decencia de llamarlo por su nombre. No les conviene tenernos allí, como tampoco les conviene que reflexionemos de esta manera. Aun así, ganarán, ¿quién si no?
Buen voto mañana, y, por qué no, salud y República.
Excelente, excelente y más que excelente. Suscribo palabra por palabra todo lo dicho. Es patético el empeño de la maquinaria mediática por crear un "pacto" de IU-PP que no es tal: simple y llanamente es una mentira. Probablemente haya quien vea en la decisión de IU una traición; otros vemos más bien un ejemplo de dignidad, democracia interna y autonomía (si bien la actitud de IU federal yendo a Mérida con intención de condicionar la decisión resultó a todas luces lamentable y a mi todavía me avergüenza).
ResponderEliminarUn placer ver que el blog está muy vivo, un saludo
Pablo Ortiz
No lo ha explicado así ni siquiera Pedro Escobar, quien, por cierto, dio el otro día aquí un mitin. Enhorabuena por tu exposición, que comparto 100%. Ya lo sabías porque alguna vez hemos hablado de ello a través de este aparato.
ResponderEliminarSaludos desde tu pueblo. Y mañana a votar.