Croacia XI: un terremoto, una casa y la historia
Hoy me he despertado como si me encontrara navegando en mitad de alguna tormenta oceánica. No sé muy bien cómo es la sensación, pero en un barco es en lo primero que he pensado cuando he visto que todo se movía, que las vigas de madera parecían bailar frente a mis ojos. No era consciente de que estaba viviendo un terremoto hasta que he recordado el de marzo. Entonces ya sí me he asustado, he pensado que esa viga danzarina podría caerse en algún momento y con ella todo el techo sobre mí, así que, absurdamente, me he cubierto con mis propias manos la cabeza. Ha parado pronto. Luego le han seguido un par de réplicas y luego de nuevo una sacudida como la primera. He pensado en los daños del terremoto de marzo aún visibles. Entre el sueño y la vigilia no era muy consciente de si era real o cuándo. Pero lo ha sido. Esta vez el epicentro se ha situado a 50 kilómetros de la capital croata y los daños se han registrado más lejos de aquí. La península Balcánica está bien viva. Al salir de la c...