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Mostrando entradas de febrero, 2021

Croacia XXIII: Los días soleados y el equipaje

Zagreb se descubre ahora como una ciudad soleada. El invierno ha sido bastante suave, dicen sus habitantes. Sólo ha nevado un par de veces y no ha durado demasiado el manto blanco; apenas ha dado tiempo a que se ennegreciera con el paso de las ruedas y los humos y las tristezas propias del invierno. Mis últimos días aquí los estoy pasando en los parques, sentado en alguno de los miles de bancos que existen en estas calles y que hasta ahora me habían pasado desapercibidos. Es curiosa la perspectiva que da la luz del sol de las calles: hacen del espacio otro distinto, aunque el lugar sea el mismo. Nos relacionamos con las avenidas de otro modo, pasamos más tiempo donde antes apenas parábamos. No volvía al Maksimir desde octubre, ni siquiera había pisado el Jarun, desconocía plazas amplias y soleadas que se abren bajo la luz del día como extensos campos en mitad del asfalto… No imaginaba la ciudad en primavera y tengo la sensación de que la echaré de menos por abandonarla antes de tiemp...

Croacia XXII: letras en el asfalto

No hablar el idioma del país en el que uno se encuentra requiere otro tipo de acercamiento a lo que sucede a alrededor. Se necesita tener los ojos abiertos, anotar, buscar, tratar de encontrar traducciones a lo que sucede en cada esquina, preguntar... Mi intención, al llegar a Croacia, era aprender algo de croata, pero, en fin, está claro que mis intentos con las lenguas eslavas siguen siendo eso, sólo intentos. Sin embargo, más o menos he aprendido a manejarme gracias a que, entre otras cosas, he conseguido averiguar dónde buscar y qué leer. Una de las cosas que he aprendido es que a los croatas les gustan mucho las velas para homenajear o recordar a los fallecidos. El día 1 de noviembre, por ejemplo, los cementerios se llenan de pequeñas llamas, más que de flores. El de Mirogoj, en Zagreb, se mantiene abierto las veinticuatro horas durante los primeros días del mes para poder ir a encender esas velas y para que quienes quieran ir a visitarlo, puedan hacerlo. Es un cementerio inme...

Croacia XXI: Dubrovnik (II)

Las escaleras ocupan gran parte de la ciudad de Dubrovnik, hay que ir preparado y descansado para subir hasta el alojamiento. Entrando por la puerta de Pile, que lleva directamente a la fuente construida por Ivan Meštrović, todas las calles que se van presentando a la izquierda hasta la Plaza de la Logia están compuestas por escalones de piedra antigua, rayada en muchos casos, imagino que para evitar un resbalón fatídico. En una de estas calles, la Antuninska Ulica, se encuentra la casa en la que me quedo la segunda noche de mi breve estancia en Ragusa. Cada una de estas calles funcionaba en tiempos como un pequeñísimo barrio en el que los vecinos se ayudaban en su día a día. Son calles estrechas, de aproximadamente un par de metros de ancho, y en ellas se ven tendales de ropa de pared a pared que, para aprovechar más el espacio, se colocan en diagonal y no justo de frente. Un cartero pasea las calles buscando las casas de los destinatarios de esos sobres que parecen antiguos y sin e...