miércoles, 8 de abril de 2020

Cuarentena X: Aute y otras ausencias presentes

Llevaba mucho tiempo sin escuchar a Aute con atención y, de repente, estas semanas, volví a él. Auterretrato me ha estado acompañando mañanas y, sobre todo, tardes, en la hora de la siesta que no siempre echo, como si de una premonición se tratara. Me sorprendió la muerte del autor con su música algo más fresca en la memoria, y sipongo que haber vuelto a él tiene que ver con este confinamiento que me está llevando de nuevo al interior, a la música, a la literatura y al cine. 

No negaré que no estoy aprovechando el tiempo todo lo que pensaba que lo podría aprovechar, sí, que la tesis no está avanzando al ritmo que parecía que podría avanzar en estos días, pero bueno, van dos libros completos, decenas de discos, al menos una veintena de películas, un podcast y medio relato escrito. Parte de culpa la tiene otra gente, sí, que me ha propuesto participar en lecturas, escrituras y presentaciones, que me tiene más activo de lo que he estado en los últimos tiempos. 

Ha tenido que llegar el confinamiento para pausar el ritmo y volver al contacto con quienes estaban algo más lejos, pero también para volver al contacto conmigo mismo que tenía un tanto descuidado. En las últimas semanas he vuelto a hablar con amigos con los que hacía meses e incluso años que no compartía ideas o proyectos, he escuchado acentos que tenía olvidados, he mostrado al mundo el mío "nuevo", el que tengo cuando habito el sur y desaparece como por arte de magia cuando las latitudes son más frías. 

Así, el confinamiento ha hecho presentes realidades que no se dejaban ver por la propia vorágine temporal y vital que, imagino, nos arrastra continuamente a todos. Este paréntesis extraño no me ha traído tanto como felicidad, pero sí calma, y sí presencia propia. 

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